Psicomotricidad
Individual y Grupal

La psicomotricidad es una disciplina terapéutica que pone en juego no sólo la psique y el inconsciente del niño, sino también su cuerpo, entendiendo que en los primeros años de vida éste es su principal medio de relación consigo mismo y con el entorno.

La psicomotricidad será para ellos una puerta abierta a la aceptación de sí mismos, de sus propios deseos e inquietudes, para asumirse como sujetos únicos y responsables dentro de sus verdaderas posibilidades.

© Frank Mckenna, via Unsplash.

La psicomotricidad, a caballo entre el corporal y el psíquico, tiene como objetivo acompañar al niño hacia una vivencia placentera de su propio cuerpo, para construir así un continente seguro de su propio ser. A partir de la acción, del juego y del movimiento espontáneo, se movilizan emociones profundas y arcaicas que facilitan la reparación de situaciones vividas con angustia anteriormente (separación, dolor, miedo, etc.).

A partir de este trabajo, el niño puede elaborar, comprender y representar sus vivencias más profundas, fortaleciendo así una identidad construida a partir de su propia historia. En este camino acompañamos al niño desde el placer de la acción hacia el placer del pensamiento, facilitando el recorrido de maduración psíquica y emocional que necesita.

Este abordaje terapéutico está indicado para aquellos niños que habitan su cuerpo con cierto malestar, interfiriendo en su deseo de relacionarse con el entorno de una forma enriquecedora para sí mismos y los demás: niños que se sienten inseguros o frágiles, niños encerrados en sí mismos, niños "gobernados" por su propia impulsividad, niños que han vivido su cuerpo con displacer o incluso dolor (operaciones quirúrgicas, prematuridad, enfermedades prolongadas u otras complicaciones médicas), niños que se frustran con extrema facilidad, niños que han pasado situaciones de pérdida graves (duelo, adopción) ... la psicomotricidad será para ellos una puerta abierta a la aceptación de sí mismos, de sus propios deseos e inquietudes, para asumirse como sujetos únicos y responsables dentro de sus verdaderas posibilidades.

La psicomotricidad terapéutica puede desarrollarse tanto en formato individual como grupal, siempre según criterios clínicos que evalúan caso por caso. A menudo es necesario un recorrido individual que prepare la entrada al grupo terapéutico. En el caso de la terapia de grupo se reúnen semanalmente entre 3 y 5 niños que se encuentran en una franja de edad y momento evolutivo similar. Este abordaje ofrece la posibilidad de enriquecer el trabajo terapéutico a partir de las similitudes y diferencias que los niños descubren entre ellos, así como las relaciones que en el grupo se van tejiendo.