30.03.2021

CINE_ Mi hermano Juan

Mi hermano Juan es un cortometraje de 2019. Es un corto muy corto: diez minutos incluyendo créditos.  Sus directoras y guionistas son las hermanas granadinas Cristina y Maria José Martín. Es la primera vez que se adentran en la ficción. Hasta este corto su trayectoria se había centrado en la producción documental en la música. No es casualidad que su protagonista sea la actriz y cantante Leonor Watling y que colaboren Dani Martín y Coque Malla en este corto que dice tantas cosas en tan poco tiempo.

La sinopsis presenta así el relato: “Ana es una niña de 6 años que está haciendo una terapia infantil con una psicóloga. A través de juegos y dibujos, le va contando a la psicóloga cosas de su familia, y especialmente de su hermano Juan, cómo es, cómo le ve, a qué juegan, y lo que han vivido juntos. Pero pronto nos daremos cuenta de que las cosas no son lo que parecen”.

El misterio que mantiene en tensión al corto se revela al final del visionado. Una vez expuesto, aparecen los créditos. Y dejan al espectador solo ante un final que nos dice “eso que estabáis viendo no era lo que parecía: no era una sesión de terapia, era otra cosa”.

No se sabe cuanto tiempo lleva la niña reunida con la psicóloga. Es posible que no fuera el primer encuentro. Es posible que hayan habido más y que la niña estuviera en terapia con la psicóloga. En todo caso, el corto nos sitúa en un intérvalo de tiempo donde la psicóloga prepara a la niña para decir lo que ocurrió con su hermano Juan. Se le arranca una confesión -lo indecible o lo insoportable de escuchar-  que para la niña no parece que lo sea al no estar respondiendo desde el registro de lo moral. Asunto delicado el que trata este corto pues no hay todavía conciencia de culpa pese a que el peso de la ley exija un responsable.

El propósito del corto es explorar llevándolas al límite las diferencias entre el niño y el adulto. Para explicar esta idea, las hermanas Martín utilizan a una psicóloga que accede al universo particular de la niña a través del juego, no sin consecuencias, como se entreve al final del corto.

¿Cúal es la función del juego en una sesión terapéutica? El juego en terapia no pretende arrancar confesiones. Para el niño, el juego -sea en sesión o fuera de ella- es ese espacio donde es posible modificar el pasado en el presente del juego para que surja lo nuevo e inesperado. Se juega para revivir situaciones, se juega con la presencia de una ausencia, se juega con un objeto perdido que vuelve y revuelve caprichosamente. En ese movimiento, se articulan los mitos individuales que se hacen verdad y que permiten al niño apropiarse de lo simbólico con sus sueños, fantasías y chistes particulares.

¿Cual sería la función del juego en este corto?. El juego en “mi hermano Juan” busca una verdad en forma de declaración. La niña comete un acto prohibido y como tal, ante la ley, es culpable. La psicóloga en este corto toma el rol de una trabajadora de la Salud Mental, uno de los brazos de la ley. El otro brazo, lo encarnan los policías. El juez de menores será el que deba saber aplicar la ley a una niña de seis años de la que se ha obtenido una declaración. ¿Cómo hacer existir un porvenir en ella? ¿Cómo hacer para que la niña no quede aplastada por el Otro y encuentre un lugar donde poder pensar sobre el evento traumático?.

Helena Valldeperes

 

 

 

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