LD_TDAH en la era de la prisa
Actualmente, los tres síntomas considerados fundamentales para el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad son el déficit de atención, hiperactividad e impulsividad. Hay que decir que estos síntomas son cada vez más habituales en los entornos familiares, escolares y sociales. Además, el TDAH suele ir acompañado de algún otro diagnóstico, ej. el trastorno negativista desafiante, el trastorno de conducta, el trastorno de los aprendizajes, la ansiedad, el trastorno del humor…
Como cualquier patología, debe considerarse en su contexto. En este post haremos referencia al libro TDAH. Hablar con el cuerpo, de J. R. Ubieto, donde se analiza el TDAH desde ese punto de partida: el tiempo hiperactivo, marcado por la prisa.
No es un planteamiento nuevo, Ubieto cita a Bauman, quien desarrolló ampliamente el concepto de “modernidad líquida” como nuevo paradigma en el que los valores sólidos que estructuraban la realidad (amistad, amor, trabajo, esfuerzo…) pierden consistencia, se diluyen, se tornan líquidos, fluctuantes, y los sujetos sufren este efecto, deben gestionar continuamente la provisionalidad, la precariedad, la incertidumbre.
Ubieto adelanta con su título “TDAH. Hablar con el cuerpo”, el síntoma de unos sujetos que se manejan en un contexto de prisa, de optimización de competencias… y que se vinculan al otro mediante la hiperactividad, siendo ésta es un co-lazo social, un modo de vínculo, una forma de relacionarse con los otros mediante el propio cuerpo: verborrea, desatención… muestras de la dificultad de la palabra para regular el cuerpo. Mientras que en el pasado, bastante cercano (dos, tres décadas atrás) ciertos valores sociales establecidos servían para regular el cuerpo ej.hacían soportable la espera o el esfuerzo, hoy, en la era de la prisa, los ideales se tiñen de incertidumbre y a menudo se tornan inservibles para consentir la no inmediatez. El tratamiento farmacológico iría pues en la línea de reforzar esa necesidad de inmediatez y de prescindir de la palabra.
Cristina Andrés