03.04.2017

LD_¿Hacia dónde van la investigaciones de la medicina futura? 6/9

La crisis del DSM no solo es consecuencia de sus fundamentos epistémicos. Se alzan otras voces distintas a la suya en los campos científico y tecnológico que invitan a abrir nuevos caminos en la investigación médica. El NIMH (National Institut of Mental Health) es crítico ante la aparición del DSM5. No ve apenas diferencias con la anterior versión y constanta que su fortaleza se encuentra en la « fiabilidad interjueces » y, su debilidad, en su « validez científica ».

El DSM no se mide en realidad más que así mismo. Y el NIMH propone entonces un camino basado en la evidencia científica, una evidencia que lleva a buscar signos objetivos a través de neuroimágenes, marcadores genéticos y circuitos neurológicos objetivables en el triple registro de cognición, emoción y conducta.

El conjunto de estas investigaciones le han llamado RDoC (Research Domain Criteria). Las categorías del DSM para el NIMH deben ser reemplazadas por estas nuevas ya que la reagrupación de síntomas clínicos en categorías no tienen validez científica al quedarse en la superfície. Hasta aquí el primer modelo que busca con su proyecto RDoc un impacto en la sociedad de tal forma que se ha sumado al llamado de la « Brain Iniative » de la administración Obama que tiene como objetivo integrar los resultados de la genética y las neurociencias para curar enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer.

El segundo modelo liderado por Google es la contraparte privada. Se trata también de vincular los avances genéticos a resultados terapéuticos inmediatamente aprovechables. La compañía 23andme la funda una bióloga estadounidense, Anne Wojcicki, mujer de uno de los fundadores de Google. A través de un sencillo kit diagnóstico el cliente envía una muestra de saliva a un laboratorio de la compañía que descifrará su ADN. Una idea que se pone en práctica en 2006 y que hoy, con 820.000 clientes, de los que 600.000 han consentido proporcionar sus datos para la investigación, han generado probablemente para la compañía la mayor base de datos para estudios médicos.  Este, en realidad, más allá del Kit diagnóstico es su verdadero negocio : la venta de datos a empresas farmacéuticas.

Posiblemente, antes de 2013, la compañía no había todavía puesto en práctica esta venta. El caso es que ese mismo año la compañía sufre dos duros golpes : el matrimonio –Brin/Wojcicki- se separa y la agencia estadounidense del medicamento prohíbe comercializar el Kit por proporcionar información poco precisa. En el mismo 2013, Google, anuncia un nuevo proyecto : Calico, empresa que se funda para explorar vías tecnológicas innovadoras que prolonguen la vida.  El modelo, pese a estos reveses, se afianza.

Dos modelos se confrontan en lo que será la medicina futura. Los dos se apoyan en las manipulación de grandes bases de datos pero mientras que el primero está regulado por la estadísticas de casos que posibiliten reglamentar las buenas prácticas, el segundo aspira a una medicina globalizada e individualizada. Y ya no se trata entonces de las dificultades de la administración de Obama con la creación de un sistema que acoja los seguros médicos sino de que la iniciativa de la medicina individualizada entre en conflicto directo con los límites de las burocracias sanitarias.

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